¡Bienvenida, compañera presidenta!

Este 30 de septiembre culmina el gobierno de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador y el primero de octubre dará inicio el de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Se cerró un ciclo y se abre uno nuevo para continuar con la construcción del segundo piso de la transformación.

La compañera presidenta llega al gobierno con un gran capital político, producto de 36 millones de votos de quienes refrendaron en ella los resultados del gobierno del tabasqueño y de su propia gestión frente a la Ciudad de México.

Hay quienes afirman, aunque se equivocan, que Claudia no cuenta con el carisma y arrastre social de Andrés Manuel, o que la suya es una visión menos confrontativa que la de este último. Ella conoce a profundidad el legado que le tocó continuar, la obligación de profundizar los cambios y de construir sobre los cimientos edificados durante estos seis años.

Claudia no solo es capaz y está altamente preparada para enfrentar la enorme responsabilidad de conducir los destinos del país. Estoy seguro que su sensibilidad social y sus resultados la llevarán a ampliar y consolidar el cariño del pueblo, que ve en la 4T un gobierno que habla en su nombre, mejora su calidad de vida y lucha para dejar atrás el régimen de corrupción y privilegios del pasado.

Tenemos frente a nosotros importantes desafíos: seguir reduciendo la pobreza, la marginación y la desigualdad social; continuar separando el poder político del poder económico; ampliar las grandes obras de infraestructura; mejorar los salarios, crear empleos bien pagados; y mantener la lucha contra la inseguridad, solo por citar los más apremiantes.

Nuestra presidenta cuenta con el apoyo decidido de todas y todos nosotros. Sabemos que estará a la altura de las circunstancias.