Ramon Gastelum es Secretario General de la Federación Nacional de los sindicatos de los Cecytes (FENSCECYTE) y Secretario General del sindicato de Cecytes Sonora y coordinador general del Consejo Sindical y Social Permanente del Estado de Sonora.

LA REFORMA LABORAL, RETOS DE LAS ORGANIZACIONES SINDICALES

La democracia sindical es un punto clave en la nueva Ley Federal de Trabajo, no sólo porque otorga el poder de decisión del trabajador para elegir el sindicato que más le convenga, sin ningún tipo de coacción de por medio, sino también porque promueve un nuevo modelo de representatividad y además busca eliminar las prácticas ilegales de los Sindicatos coorporativos.

A raíz de la implementación de la Reforma Laboral, persisten muchos retos dentro de los centros de trabajo para que los trabajadores gocen de una verdadera libertad sindical.Desafortunadamente el poder de los grandes sindicatos, la acumulación de recursos, mafias internas y demás prácticas no se eliminan por decreto.

Un paso importante que ha dado esta reforma laboral, es eliminar las Juntas de Conciliación y Arbitraje estatales, las cuales gozan de poco credibilidad ,por su carácter de autoridad de  juez y parte, lo que deja en estado de indefensión los derechos de los trabajadores, esta reforma permite la creación de los Centros de Conciliación y Registro Laboral y a los Tribunales Laborales, lo que hará más pronta y expedita la resolución de los conflictos laborales, la conciliación será obligatoria, y en caso de que las partes no lleguen a un acuerdo, se acude ante los tribunales laborales, donde se llevan a cabo procedimientos con jueces y operadores independientes, lo que garantiza un proceso justo.

Bajo nuestra óptica, la Reforma Laboral es una iniciativa que beneficia no solo a uno, sino a los tres participantes del sector: empleadores, trabajadores y sindicatos.

A los empleadores, porque la nueva ley busca evitar extorsiones sindicales, como puede ser la exigencia de un pago a cambio de desistirse de un emplazamiento a huelga o exigir la titularidad de un contrato colectivo. Ahora, la relación entre ambos actores (empleador y sindicato) cambiará y deberá ser transparente y más eficiente.

Para los trabajadores, representa un beneficio grande, ya que, con la entrada en vigor de la reforma, su representatividad será real y su participación, inevitable. En consecuencia, podrán exigir una mejor y mayor rendición de cuentas por parte de los sindicatos, como resultado de las nuevas políticas de transparencia en materia de estatutos, contratos colectivos, entre otros.

Finalmente, para los sindicatos, será un cambio positivo que promueva la democracia sindical, la participación y una mejor comunicación directa tanto con los agremiados como con el patrón, enriqueciendo así sus actividades.